C/ Justino Matute, 17. Sevilla
Studio Swes Architects es un estudio joven de arquitectura fundado por Javier Monge y Héctor Salcedo, con el propósito principal de construir, para lo cual hacen de los concursos, fundamentalmente internacionales, el camino para alcanzar este objetivo.
Colaboran juntos desde el año 2012 tras coincidir en el estudio Cruz y Ortiz arquitectos. Javier Monge y Héctor Salcedo son arquitectos por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y, tras una amplia formación en el extranjero, han establecido un perfil basado en la investigación, la experiencia y el compromiso con la arquitectura contemporánea.
Ambos habían resultado premiados en concursos anteriores colaborando con otros amigos arquitectos. En el caso de Javier, venía de construir un edificio que había sido premiado por el colegio de arquitectos de Cádiz.
Sin llegar nunca a dejar de colaborar en oficinas en las que dirigen proyectos de gran tamaño, han desarrollado de forma paralela concursos y encargos que se han ido sucediendo con cierta fortuna. Del mismo modo, las experiencias profesionales en diferentes oficinas de prestigio en Londres, París o Sevilla les han servido para formar una red de colaboradores con los que han podido realizar diversos concursos internacionales.
Inicialmente, en un momento en el que las miradas parecían estar puestas en los países con grandes economías en desarrollo, deciden fijar la mirada en centro europa, de ahí el nombre de SWES, que responde a las iniciales de SWitzerland y ESpaña. Pero lo cierto fue que los éxitos llegaron a través de concursos en Alemania con dos primeros premios. Uno en Denklingen, una pequeña localidad al sur de Múnich – nuevo ayuntamiento de Denklingen – y otro en Hamburgo, para un centro de atención al turista. No obstante, la necesidad de seguir desarrollando sus ideas, les ha mantenido en activo haciendo otros concursos, nacionales e internacionales, que han venido siendo premiados.
El propósito del estudio es siempre desarrollar una arquitectura culta, con ciertas cuotas de innovación, pero muy consciente de la realidad concreta en la que nos inscribimos. Para la oficina el producto final es tan importante como el proceso que sigue, y en este sentido, la formalidad es una circunstancia que por obvia, no se puede dejar de mencionar.