Ámsterdam: vivir sobre el agua

Esta semana viajamos a Ámsterdam para explorar arquitecturas que crean formas de habitar sobre el agua. En el actual contexto de emergencia climática y con el aumento significativo del nivel del mar pronosticado por los científicos, necesitamos observar las experiencias que se acercan al agua como una oportunidad de repensar la resiliencia de nuestros tejidos urbanos.  Ningún lugar mejor que Ámsterdam. La ciudad debe su propia existencia a las innovaciones hidráulicas que hicieron posible que la desembocadura del río Amstel se convirtiera en una de las ciudades más prósperas de Europa hace ya cinco siglos. Los proyectos que hemos seleccionado demuestran que aquel espíritu innovador se mantiene. El ingenio arquitectónico contemporáneo sigue dando respuestas al afán de los holandeses por vivir más allá del límite de la tierra firme, ofreciéndonos ejemplos inspiradores para estos tiempos de crisis ecológica. 


#1 | Woonark Watervilla Omval

? +31 Architects
Ficha en la C-guide

El sueño nómada de vivir flotando

En los años setenta, la subida del precio del suelo en Amsterdam empujó a muchos estudiantes y jóvenes a vivir en barcos amarrados junto a los muelles. Lo que empezó siendo una necesidad se convirtió para muchos en una forma de vida alternativa, que permitía disfrutar de una mayor independencia y la posibilidad de no atar su vida a un lugar fijo. Esta promesa de vida nómada, tan influyente en las vanguardias arquitectónicas de aquellos años, ha permeado en el imaginario de los habitantes de la ciudad hasta nuestros días. En este proyecto, los clientes querían recuperar la sensación de libertad asociada a vivir en un barco pero combinándolo con el confort y las cualidades espaciales de la arquitectura moderna. El diseño de +31 Architects les ofrece exactamente eso. Una casa flotante transparente en la que el espacio cotidiano se expande a través de la lámina de agua. Una casa miesiana a prueba de inundaciones y lista para partir hacia otros puertos.


#2 | Casas flotantes en IJburg

? Marlies Rohmer
Ficha en la C-guide

Vivir sobre el agua sin dejar de vivir juntos

Este proyecto, como el anterior, está diseñado para personas que participan del imaginario asociado a vivir sobre el agua. En palabras de los autores, Marlies Rohmer, vivir en el agua significa movimiento, un sentido de individualidad, viento y nubes o contacto con los elementos.  Sin embargo, en este caso se trata de crear una comunidad flotante, una nueva forma de vivir juntos. Para ello, el proyecto propone un sistema de crecimiento basado en módulos prefabricados. Trás ser construidos en un astillero cercano son transportados a través del IJBurg hasta su destino. Los módulos forman agregaciones según las necesidades de cada familia, y clusters a lo largo de calles flotantes interiores. La innovación naval aplicada a la vivienda consigue hacer realidad este barrio en el que dar de comer a los cisnes desde tu ventana o darte un chapuzón en la puerta de casa se convierten en actividades cotidianas.


#3 | Silodam

? MVRDV
Ficha en la C-guide

Una ciudad sobre el agua

Mientras que el proyecto anterior era un barrio exclusivamente residencial y extendido rizomáticamente sobre el agua, el edificio Silodam es un apilamiento de funciones y tipologías diversas. Siguiendo la idea corbusieriana del transatlántico como modelo arquitectónico, MVRDV proponen un edificio al borde del agua, que más que un barco de pasajeros parece uno de mercancías. Este collage de tipologías es en parte una estrategía para maximizar los retornos financieros de la operación urbanística, iniciada durante el crecimiento inmobiliario de Ámsterdam en los años 90. Sin embargo, no son solo razones económicas las que inspiran el proyecto. Los arquitectos pretendían construir un ámbito urbano en sí mismo. Para ello, era imprescindible incluir una amplia variedad de usos, entre los que se encuentran zonas comerciales, de trabajo y espacios públicos interiores. El estudio holandés demuestra una vocación experimental con respecto al uso de los tipos tradicionales de la arquitectura moderna, que se expresa en la configuración de una imagen que es ya un clásico de la arquitectura contemporánea. Silodam propone una forma densa de habitar el agua. Una pequeña ciudad en sí misma conectada con los flujos y el imaginario del mar.


#4 | Sluishuis

? BIG + Barcode
Ficha en la C-guide

Un umbral urbano entre el agua y la ciudad

Inaugurado este mismo año, este proyecto diseñado por Barcode y BIG conecta con el anterior en cuanto a escala y densidad. Sin embargo, en lugar de configurarse como un gran bloque compacto, el edificio forma un perímetro cuadrado de sección variable que negocia el contacto entre el agua y la superficie. El edificio, además de albergar viviendas de diversos tipos, es en sí mismo un espacio público. La cubierta es accesible, generando un paseo en el que se experimentan vistas a diferentes alturas a través de un camino de subida y de bajada: en ocasiones nos encontramos literalmente sobrevolando el agua. Este perímetro transitable encierra un espacio interior a modo de plaza. Este espacio, accesible tanto por el agua como desde tierra firme es, además de un embarcadero, un sitio de encuentro para los vecinos y los visitantes. Desde él, la visión del agua queda enmarcada por el gran voladizo del edificio, que genera un umbral por el que necesariamente hay que pasar para transitar desde el ámbito acuático al terrestre. 


#5 | Área Residencial Flotante Schoonschip

? space&matter
Ficha en la C-guide

El nuevo paradigma sostenible

El último ejemplo es quizá la forma más esperanzadora de abordar el hábitat sobre el agua.  El origen del proyecto está en la iniciativa de un grupo de familias que deseaban tener un estilo de vida sostenible coherente con sus valores y la realidad ecológica del planeta. Los arquitectos Space&Matter han estado a la altura de esa ambición, diseñando una comunidad flotante 100% sostenible. Los esfuerzos se han centrado en la implementación de una serie de tecnologías innovadoras, que aprovechan la presencia del agua como recurso para reducir el consumo energético y facilitar la autosuficiencia de la comunidad. Además, las aguas grises se reutilizan para generar energía y el agua se recicla casi en su totalidad. El esquema se estructura a través de unos muelles inteligentes que actúan como infraestructura energética colectiva. A ella se conectan las casas individuales. El proyecto consigue generar un fuerte sentido comunitario a través de un compromiso común con la generación de energía sostenible, que se concibe como un proceso de aprendizaje colectivo. Es fácil afirmar que los principios de sostenibilidad, comunidad y belleza defendidos por la Nueva Bauhaus Europea se reflejan en este proyecto, un modo de hacer arquitectura a través de la construcción de prácticas espaciales colectivas.


En un verano en el que comenzamos a despertarnos a la realidad de la emergencia climática, esperamos que este recorrido por Ámsterdam, además de refrescarnos, nos sirva para comenzar a reflexionar sobre formas resilientes de habitar los límites con el agua.

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